Una receta para huevos revueltos


"En los años mil seiscientos..." pan pan pan
, ella bailaba en la cocina al son de la salsa colombiana. Delantal blanco manos, negras, cara negra, pelo blanco. Descalza tiraba los pasitos con una mano en el mango de la sartén donde se sofreían cebollas y tomates picados. Los dejó ser y empezó a picar los ajíes, que llevaban menos tiempo de cocción. 

"Un matrimonio africano, esclavos de un español..."

Sonaba la trompeta y los tambores. Ella se dirigió a la nevera, la abrió con calma y sacó un par de huevos. En un bowl empezó a batirlos mientras el aroma del sobrito llenaba el aire y el sonido se fue haciendo más fuerte. Justo a tiempo para bajarle el fuego. "Eh que aún se escucha, se escucha en la verja (No le pegue a la negra)" Al son de sus caderas, ella dejó caer en la sartén los huevos batidos. La espátula ya estaba cerca, al alcance de su mano.
Volteó hacia la despensa en un giro de baile y no había terminado la canción cuando se dio cuenta de lo impredecible. No había sal.