El Tercero en el Espejo - Una opinión sobre la clase media

Santo Domingo se divide en dos: la de los pobres y la de los ricos. Curiosamente es el mismo cielo, intercalado entre el calor y las lluvias. Las mismas calles de tránsito desastroso y los mismos elevados y los mismos túneles. El mismo estadio Quisqueya, el mismo centro olímpico, el mismo mirador, los mismos obeliscos. Ambas ciudades tienen el mismo malecón pero ven sus olas dos pares diversos de ojos. Es como el reflejo de un rostro en el espejo: dos ciudades exactamente similares pero con una imagen inversa. Dos mundos que podrían verse mutuamente mas nunca llegarán a tocarse. Podrán confluir una vida entera sin darse cuenta, entre los embotellameientos en la 27 de febrero al mediodía, sin jamás estrecharse la mano.

En este universo de repúblicas paralelas que confluyen en tiempo y espacio, la clase media es un tercero que mira el rostro reflejándose en el espejo. Este no sabe si su dimensión es la de la clase rica que mira el pobre, o la del pobre que mira al rico.

Clase media es el ciudadano con título de licenciado, que paga de ocho a cinco los intereses de su préstamo estudiantil. Aprendió inglés, con mucho sacrificio, para usarlo en memes. El tercero en el espejo tiene aire acondicionado pero se lamenta por la factura de la luz. También anda bien vestido, con su ropa en el clóset de una casa alquilada. Llena los centros comerciales los fines de semana y presume en Instagram si visita una villa. El lunes siguiente critica el precio del pan o el pollo en la oficina. Sus publicaciones entonces son en Twitter y el tema es la gasolina.

Con verlo de lejos, el tercero reconoce el motor del atracador pobre y el auto deportivo del famoso rico. Ha probado lo más barato del colmado y ha comprometido la tarjeta de crédito por un capricho. Se sabe los nombres de los peores barrios y de los clubes más excesivos. Ha visitado uno y otro de cada lado; pero no podría durar mucho tiempo ni en un batey ni en un resort exclusivo.

El tercero en el espejo no se sabe de qué lado está. Conoce los miedos del pobre y comparte los sueños con el rico. Él piensa que puede vivir lo mejor de ambos mundos; o peor, se que ... Los terceros están tan cerca de ser ricos recibiendo una herencia, como de ser pobres al quedarse sin empleo. 

No obstante, es también la clase media la que no recibe ni las subvenciones sociales ni las exenciones fiscales. Son los ciudadanos con los que no se reúnen los políticos, porque no tienen ni suficientes cheques para donar ni suficientes manos para votar. Aún así son quienes cargan con los impuestos cuando aumentan y quienes padecen los efectos de la corrupción que no se condena.

Clase media es el que logra salir del país aunque no siempre pueda volver.