Persiguiendo a Silvia & Encontrando a Silvia

Me quedé con tantas ganas tras leer la primera parte, que la segunda parte la leí devorada en 24 horas. Silvia era espontánea, ocurrente, desinhibida y loca, y me encantaba. No sentía que me parecía pero me encantaba. Quería verme dentro de ella, extrapolando mi reciente ruptura en todas las historias románticas que veo. Pero la Silvia del final, no se parece ni de cerca a la que dejó la mano atorada en una máquina expendedora. 

Silvia tiene dos amores: Álvaro es un amor tóxico, con una persona a mi entender, emocionalmente abusiva, que no la respeta ni le da el lugar que merece. Una relación secreta con el jefe; un hombre reservado que nunca dice "te quiero". Mientras que Gabriel, es el amor imposible hecho realidad. Que entrega muchas, muchas, cosas. Pero que cuando lastima, lastima como un cañón con ganas de matar.

Quería admirar a Silvia como personaje. Pero se quedó en una relación lastimera, con un marido que le gritó, le insultó y le traicionó de mil maneras. Luego volvió con un hombre que siempre le hizo sentir menos. Para volver con un amor de su vida, abandonando al hombre con quien ya había hecho una vida; para alejarse de su familia y amigos con una barriga.

Y si, es una historia con muchos matices divertidos, muchas muchas escenas eróticas. Pero no puedo ignorar una mujer decidiendo quedarse por amor entre hombres que le hacen sufrir. Siempre con que el amor lo puede todo. Pero por qué somos las mujeres las que tenemos que ceder antes los caprichos de nuestras parejas y somos malas si velamos por nosotras mismas. Por qué la visión de una mujer como pareja sigue siendo sumisa y condescendiente. Y por qué será que algunas no somos capaces de vivir felices con eso.

Disfruté enormemente esta lectura. Pues como siempre me ha pasado, las autoras mujeres tienen un enfoque más dulce y más emocional para describir el amor. Pero Silvia, ay Silvia, a pesar de comprometerte con un gerente y casarte con una estrella de rock, no envidio tu fortuna.