Los rostros en la muchedumbre con la que sueñas

Me mirará de un pronto y no recordará haberme nunca visto; pero mi rostro quedará impregnado en su memoria.
  No recordará donde fue; mas me volverá a ver, una y otra vez, en los rostros de las personas anodinas de sus pesadillas y en la muchedumbre presente mientras duerme. Una muchedumbre tan llena de detalles que no sabía que podía imaginar.

   Pero no imaginó mis facciones, ni los rulos de mi pelo, ni mis ojos castaños. No podría haber imaginado mi expresión melancólica congelada en una mezcla de miedo y consuelo. 
   Me mirará sin llegar a saber, que yo comparto sus dolores; que también los sufro. Y que observo de fijo los rostros de la muchedumbre con unos ojos parecidos a los suyos.

   Quizás nos mire a todos sin entender que compartimos las mismas penas y que quizás su cara está presente en el subconsciente de todos nosotros. Pero no sabrá nunca si el recuerdo de su tez vive conmigo. Así como no pudo imaginar jamás, mi mirada eterna persiguiéndolo en sus sueños.