La vida está llena de sueños. Están los sueños en proceso, los sueños frustrados, los sueños que son metas y los sueños que faltan por nacer. Todos tenemos sueños. ¿Alguna vez le han hechado una ojeada a la pirámide de las necesidades, tan mencionada en psicología, sociología y economía? Más allá de las alimentación, la protección... luego la libertad, la autoestima... la meta más grande de cualquier ser humano es la autorrealización personal; el cumplimiento de aquel sueño que nos pincha cual bicho en el estómago, que a veces no nos deja dormir y forma ecos en la cabeza durante los días de lluvia. Todos tenemos un sueño. En mi mundo perfecto, todos tendríamos la oportunidad de salir de la rutina y hacer lo que nos apasiona, decirle al mundo "basta!" y ser felices... pero ese es ya otro sueño. O tal vez una realidad. Tal vez la oportunidad está allí a la vuelta de la esquina pero no podemos detenernos porque llegaremos tarde al trabajo. ¿Quién sabe?, tal vez el mayor obstáculo que veremos en la vida sea enfrentarnos a nosotros mismos y darle rienda suelta a nuestros sueños. Entonces, puede que algo sea diferente.