Hoy es el último día de nuestro calendario y muchos no lo reciben con esperanza. Mañana, la vida se hará un poco más difícil de lo que ya es; y nuestras metas para el 2013 se verán complicadas por nuevas circunstancias atenuantes. El deseo más ferviente para el "próspero año nuevo" será sobrevivir, si acaso. Pero espero que no sea todo. El pasado enero me propuse que este sería un gran año y así ha sido, cerca de ser el más increíble de mi vida. A pesar de los escándalos, dramas financieros y sueños frustados que vivió mi país, de todas formas, el mundo no se acabó. Y honestamente, yo esperaba que sucediera algo.
Tal vez si ocurrió, porque paulatinamente la gente está despertando de un letargo y luchando por lo que cree. Y yo que llevo en mi filosofía de vida apoyar a las personas que creen en los sueños...
Ojalá que con las limitaciones bancarias, las deudas y los impuestos, la gente también cambie. Que el dominicano vuelva a compartir, que vuelva a apreciar las cosas, que recuerde que el valor no es por el precio, sino por lo que representa. Desearía que los niños vuelvan a emocionarse con la magnitud de sus ahorros, que las jóvenes saquen su belleza sin días de salón de belleza y costosos cosméticos, que la comunicación vuelva a ser personal y que recordemos que se siente caminar.
Si mis aspiraciones para el 2012 se hicieron realidad, que pierdo con intentar...Deseo que este 2013 sea diferente.
(Esta entrada está ambientada en el clima actual de la República Dominicana, sin embargo, que su nación se sienta identificada, es solo coincidencia...¿o no?)
Tal vez si ocurrió, porque paulatinamente la gente está despertando de un letargo y luchando por lo que cree. Y yo que llevo en mi filosofía de vida apoyar a las personas que creen en los sueños...
Ojalá que con las limitaciones bancarias, las deudas y los impuestos, la gente también cambie. Que el dominicano vuelva a compartir, que vuelva a apreciar las cosas, que recuerde que el valor no es por el precio, sino por lo que representa. Desearía que los niños vuelvan a emocionarse con la magnitud de sus ahorros, que las jóvenes saquen su belleza sin días de salón de belleza y costosos cosméticos, que la comunicación vuelva a ser personal y que recordemos que se siente caminar.
Si mis aspiraciones para el 2012 se hicieron realidad, que pierdo con intentar...Deseo que este 2013 sea diferente.
(Esta entrada está ambientada en el clima actual de la República Dominicana, sin embargo, que su nación se sienta identificada, es solo coincidencia...¿o no?)