5 DE JULIO

Tengo que considerar seriamente empezar a escribir historias con sentido. Cosas más realistas. Pero tras darle muchas vueltas a mi cabeza, he concluido que mi vida no es tan interesante. Es más fácil describir ángeles y milagros que frontear la concreción de una existencia complicada. Por eso en este mundo escrito es más real personalizar un sentimiento que describirme en este mundo lleno de noticias negativas y días calientes. Es más fácil fingir, aunque sea por unos instantes. "Una casa de tejas verdes en un campo de trigo. Sopla un viento desde el noroeste y una lechuza vuela hacia un ciprés en un atardecer tranquilo". Paisajes que son tan vívidamente reales dentro de mi mente. No es que sea una forma de escapar a los problemas, sino más bien, de aprender a vivir con ellos sin volverse cada día más loco.