un saludo a los volcanes humanos

Crecer implica un hecho decisivo que determina la edad mental del individuo. Una acción que abre la puertas del mundo real y que divide niños y hombres; este hecho que solo es capaz de lograr un crecido...es dejar de hacer rabietas.
Qué fácil es culpar a los demás de nuestros errores o pretender que nuestro pensar es el único que vale. Pensar que el mundo es injusto cuando no se nos toma en cuenta, o mirar a ese alguien de reojo que pretende tomar crédito de un logro que crees tuyo.
Dejar las rabietas significa tragarse tantas cosas de las que uno pueda arrepentirse, respirar profundo y seguir adelante. Corregir errores y asumir el mando.

Un saludo a todos aquellos que no solo tienen que contener sus rabietas y las de sus niños. Ambos sabemos que hay muchas rabietas entre las personas de traje y corbata.

Evitar los gritos de nuestras rabietas infantiles no dejará un sonido claro para poder escuchar, para entender. Pero el día en que ya no pueda más, exprésese! Que solo usted sabe todo lo que se ha estado guardando a punto de explotar. Mírenme a mí por ejemplo, que desahogo mi enojo con una entrada.