Cuantas cosas quiere uno escribir y al final no escribe nada. En estos dias me di cuenta de que las palomas te enseñan que debes volar o quedarte en el suelo..no hay intermedios.
Hoy día de San Valentín, lo he pasado con el único que siempre a estado a mi lado aún con las manos vacías: mi perro. Y no es que esté de acuerdo totalmente con regalar ositos y rosas...mi problema no es con quienes demuestran su amor; es con quienes se sientan a esperar que alguien se los demuestre.

Podríamos quedarnos todo el día amargándonos la existencia por el chocolate que no recibimos o entregarle una paleta al hijo del vecino. Puedes sentarte de brazos cruzados a esperar un osito, o salir a la calle a acariciar un cachorrito. Robar un beso, sonreirle a un extraño, abrazar un amigo, llamar a ese alguien perdido.
Recordar los amores rotos, la relación que nunca se hizo, un pensamiento en honor a ese amor platónico que vimos en el metro un día y olvidarlo nunca podimos.

Te pediría que fueras mi valentín, pero tu cariño ya la tengo y mi amistad siempre la tienes contigo.
Y sabes que más pienso? que La vida no se trata de lo que podemos obtener, sino de lo que podemos ofrecer.