Por casos de la vida, las cosas que me imagino nunca salen como en mi mente; esta vez, me salieron mejor. Recientemente, viví una de las mejores experiencias de mi vida, la Conferencia Internacional de las Américas, CILA 2010. Contrario a lo que muchos creerían, no asistí con intenciones de ganar nada, ni de competir, ni de bañarme en la playa o beber piña colada. Han sido poco los momentos que repercuten tan fuerte en mis recuerdos, momentos en los que pienso cuando todos creen que estoy en la luna. Veo el mundo con otros ojos. Conocer personas, comidas, lugares y el funcionamiento de tantos países, te hace pensar distinto.
Alguna vez les ha pasado que un detallito, una palabra, un objeto te hace crecer de un día para otro, como que ese descubrimiento tan grande para ti (de donde vienen los bebés, de donde salen los cornflakes, donde está China…) te impide volver a ver de la misma forma, ¿verdad que si? En mi caso, ha sido una experiencia. Y este cambio que siento en mí…ha sido para bien.